EL AMOR DE GRETA GARBO
... Se la llamó "la misteriosa"
por el misterio que rodeaba su vida privada...
por el misterio que rodeaba su vida privada...
... ¿A quién amo Greta Garbo?... ¿Víctima de un amor imposible?
Greta Garbo continúa siendo considerada como uno de los rostros perfectos que han pasado por la meca del cine, muy comentado fue su rectitud de sus expresiones, nunca sonreía en las fotos y todo ello alimentó la leyenda de que una máscara de hielo cubría sus verdaderas pasiones.
Provenía de una familia humilde, su padre era un trabajador de limpieza y su madre era costurera. Antes de iniciar sus estudios de Arte Dramático, Greta trabajó como enjabonadora en una barbería y dependienta en una sombrería femenina. Su gélida belleza la hizo posar como modelo publicitaria en los almacenes donde trabajaba. Uno de estos anuncios llama la atención de un director que la anima a estudiar interpretación.
La película que la hice ser alguien y sus inicios en el cine fue un film de tres horas de duración dirgido por Mauriz Stiller, quien la mandó arreglar la dentadura y la sometió a una estricta dieta antes de comenzar su rodaje. Así, Greta se mostraba en sociedad con sus papel en "La expiación de Gösta Berling.
Cuando este sueco director es reclamado por los grandes estudios estadounidenses, decide llevarse a Greta consigo y ella misma fue adquiriendo su propio reconocimiento. En los años treinta, Greta llega a su esplendor con el film Grand Hotel (1932), un desfile de las celebridades más reclamadas en Hollywood. La película fue todo un éxito, triunfando en los Oscars de dicho año.
Otro de sus papeles que quedaron para la posteridad fue como la seductora Mata Hari en el film de George Fitzmaurice. En ella, Greta encarnaba a una espia holandesa durante la Primera Guerra Mundial. El personaje de Mata Hari quedó eternamente relacionado con la actriz.
Sin embargo, y de manera misteriosa, Greta se retira precozmente del mundo del cine. Con sólo 36 años, la actriz dijo adiós a la industria del cine en su momento de mayor reconocimiento. Greta sólo quería disfrutar de su apartamento en Central Park West, donde poder fumar y tomar cocktails. Mucho se especuló sobre los verdaderos motivos que la llevaron a tomar tan rápida decisión. El misterio sobre su vida privada había sido una constante en toda su carrera, la actriz no solía nunca entablar amistad con sus compañeros de rodaje y salía con prisa de los escenarios nada más terminar la jornada. Greta detestaba las premiere de sus películas, nunca firmaba autografos y vetaba las entrevistas.
Mucho se habló sobre los muchos amantes de Greta Garbo, mostrando una sigilosa ambigüedad a la hora de escoger el sexo de sus compañeros de cama. Greta mostraba una apariencia androgena que sedució a sus espectadores, formando parte de sí misma y sintiendo una mayor predilección por llevar prendas masculinas. Su voz era ronca, poco femenina, pero seductora. Greta rompía corazones, empezando por el director que la descubrió, que nunca obtuvo el ansiado beso de su musa.
Sin embargo, si alguien marcó profundamente la vida de Greta esa fue la actriz Marlene Dietrich. Pese a que nunca ha sido confirmado, el círculo más próximo a la actriz siempre a considerado a Marlene como la mujer de su vida. Greta se enamoró de la seductora actriz cuando ambas coincidieron en una película (La calle de la alegría, 1925).
"Ambas demostraron ante las cámaras la madera de la que están hechas las estrellas, rompiendo los corazones de sus admiradores, tanto hombres como mujeres e incluidas ellas mismas" - afirma la escritora Diana McLellan, autora del libro "The Girls", sobre el lesbianismo en la industria cinematográfica.
Pese a su apariencia de mujer fría e independiente, Greta se enamoró de Marlene desde el momento que empezó a ganarse su compañía. Marlene era divertida, alocada y mucho menos pendiente de lo que hablasen de ella. Para Greta, su compañía la liberalizaba de todo aquello que la actriz siempre tenía tan presente y, probablemente, una homosexualidad no aceptada por sí misma.
No obstante, Garbo y Dietrich tenía una forma muy diferente de tomarse su secreto. Greta vivía sus conquistas como secretos excitantes mientras que Marlene incluso tenía un grupo de mujeres asiduas con las que solía quedar para divertirse, llamándolas como "su circulo de costura".
Antes de aquello, Greta pudo haber sentido un flechazo con la actriz Joan Crawford, con la que coincidió en el rodaje de la película "Grand Hotel". Cuando Greta la conoció, no pudo evitar sujetar su cara con sus manos y alabar su belleza. Más tarde, Joan Crawford admitiría haberse sentido tentada por tener una experiencia lésbica con Greta tras ese momento.
Marlene Dietrich pudo haber llegado a romper el corazón de Garbo cuando tomó la decisión de romper aquella relación que tenían en secreto. Marlene pudo cansarse de la obsesión por la intimidad de Greta, lo cual le hacía estar siempre tensa, asustada por ser descubierta e incapaz de saborear la relación que mantenían.
Greta Garbo y Marlene Dietrich se convirtieron en mitos para el colectivo gay y lésbico. Curiosmente, Greta es todo un ícono lésbico mientras que Marlene provoca mucha más devoción entre los gays.
Dietrich explotaba su erotismo no sólo para seducir a las mujeres sino también a los hombres, a los que les gustaba jugar al "alumno avanzado", su fantasía sexual favorita.
Greta Garbo se convirtió en un icono lésbico tras su papel en Reina Critina (1932, Robert Mamoulian). Pese a que la película hablar de una historia de amor heterosexual, hay una ligera trama contraria en la que se puede entender que el personaje de Garbo es lesbiana, como también fue la reina Cristina de Suecia, personaje al que encarnaba. En el film, la reina se viste de hombre, se niega a casarse y da a entender que mantiene una relación con una chica mucho más joven que ella.
"La discreción y la lealtad eran dos cualidades que Greta Lovisa Gustaffson siempre había exigido a sus amigas" afirma la autora del libro. Es probable que Marlene traicionara esa discrección, tan importante para Greta y posible motivo de la ruptura.
"Durante seis décadas Marlene Dietrich y Greta Garbo pretendieron no haberse conocido nunca, ni antes, ni durante, ni después del rodaje de «Bajo la máscara del placer", señala la autora.
"Fue Marlene, dice la autora, quien fue «mostrando» a su conquista en los salones y «educándola en su sensualidad". Mientras tanto, Greta -apunta McLellan- "debía sentirse vertiginosa, imprudente, osada. Su trato con Hollywood estaba cerrado. ¿Por qué no divertirse, beber hasta el fondo la vorágine berlinesa y luego dejarlo todo atrás?".
El fin del romance llegaría, a juicio de la autora, debido a la indiscreción de Marlene, unida a los celos que sentía por la que iba a ser la gran diva de Hollywood. Y así lo explica: "Treinta años más tarde, Marlene Dietrich daría una descripción de lo más íntima sobre Greta Garbo... era «grandísima allí abajo»" reveló deslealmente. Peor aún, "la sueca llevaba ropa interior sucia", pero incluso entonces, Marlene se negó a decir cómo sabía aquellos detalles. «Si en realidad cotilleó algo similar en 1925, sólo eso habría sido suficiente para establecer el odio que Garbo mantuvo hasta su muerte hacia quien la sedujo», escribe McLellan, quien sostiene que Marlene descubrió que Greta era "estrecha de mente, ignorante y provinciana... e hizo saber su opinión no sólo a ella, sino a otras personas de su círculo, junto con sus más personales y penosas informaciones".
Una traición por parte de Marlene que marcaría para siempre a Greta Garbo, destinándola a querer refugiarse en la soledad de su apartamento y abandonar los escenarios.
Provenía de una familia humilde, su padre era un trabajador de limpieza y su madre era costurera. Antes de iniciar sus estudios de Arte Dramático, Greta trabajó como enjabonadora en una barbería y dependienta en una sombrería femenina. Su gélida belleza la hizo posar como modelo publicitaria en los almacenes donde trabajaba. Uno de estos anuncios llama la atención de un director que la anima a estudiar interpretación.
La película que la hice ser alguien y sus inicios en el cine fue un film de tres horas de duración dirgido por Mauriz Stiller, quien la mandó arreglar la dentadura y la sometió a una estricta dieta antes de comenzar su rodaje. Así, Greta se mostraba en sociedad con sus papel en "La expiación de Gösta Berling.
Cuando este sueco director es reclamado por los grandes estudios estadounidenses, decide llevarse a Greta consigo y ella misma fue adquiriendo su propio reconocimiento. En los años treinta, Greta llega a su esplendor con el film Grand Hotel (1932), un desfile de las celebridades más reclamadas en Hollywood. La película fue todo un éxito, triunfando en los Oscars de dicho año.
Otro de sus papeles que quedaron para la posteridad fue como la seductora Mata Hari en el film de George Fitzmaurice. En ella, Greta encarnaba a una espia holandesa durante la Primera Guerra Mundial. El personaje de Mata Hari quedó eternamente relacionado con la actriz.
Sin embargo, y de manera misteriosa, Greta se retira precozmente del mundo del cine. Con sólo 36 años, la actriz dijo adiós a la industria del cine en su momento de mayor reconocimiento. Greta sólo quería disfrutar de su apartamento en Central Park West, donde poder fumar y tomar cocktails. Mucho se especuló sobre los verdaderos motivos que la llevaron a tomar tan rápida decisión. El misterio sobre su vida privada había sido una constante en toda su carrera, la actriz no solía nunca entablar amistad con sus compañeros de rodaje y salía con prisa de los escenarios nada más terminar la jornada. Greta detestaba las premiere de sus películas, nunca firmaba autografos y vetaba las entrevistas.
Mucho se habló sobre los muchos amantes de Greta Garbo, mostrando una sigilosa ambigüedad a la hora de escoger el sexo de sus compañeros de cama. Greta mostraba una apariencia androgena que sedució a sus espectadores, formando parte de sí misma y sintiendo una mayor predilección por llevar prendas masculinas. Su voz era ronca, poco femenina, pero seductora. Greta rompía corazones, empezando por el director que la descubrió, que nunca obtuvo el ansiado beso de su musa.
Sin embargo, si alguien marcó profundamente la vida de Greta esa fue la actriz Marlene Dietrich. Pese a que nunca ha sido confirmado, el círculo más próximo a la actriz siempre a considerado a Marlene como la mujer de su vida. Greta se enamoró de la seductora actriz cuando ambas coincidieron en una película (La calle de la alegría, 1925).
"Ambas demostraron ante las cámaras la madera de la que están hechas las estrellas, rompiendo los corazones de sus admiradores, tanto hombres como mujeres e incluidas ellas mismas" - afirma la escritora Diana McLellan, autora del libro "The Girls", sobre el lesbianismo en la industria cinematográfica.
Pese a su apariencia de mujer fría e independiente, Greta se enamoró de Marlene desde el momento que empezó a ganarse su compañía. Marlene era divertida, alocada y mucho menos pendiente de lo que hablasen de ella. Para Greta, su compañía la liberalizaba de todo aquello que la actriz siempre tenía tan presente y, probablemente, una homosexualidad no aceptada por sí misma.
No obstante, Garbo y Dietrich tenía una forma muy diferente de tomarse su secreto. Greta vivía sus conquistas como secretos excitantes mientras que Marlene incluso tenía un grupo de mujeres asiduas con las que solía quedar para divertirse, llamándolas como "su circulo de costura".
Antes de aquello, Greta pudo haber sentido un flechazo con la actriz Joan Crawford, con la que coincidió en el rodaje de la película "Grand Hotel". Cuando Greta la conoció, no pudo evitar sujetar su cara con sus manos y alabar su belleza. Más tarde, Joan Crawford admitiría haberse sentido tentada por tener una experiencia lésbica con Greta tras ese momento.
Marlene Dietrich pudo haber llegado a romper el corazón de Garbo cuando tomó la decisión de romper aquella relación que tenían en secreto. Marlene pudo cansarse de la obsesión por la intimidad de Greta, lo cual le hacía estar siempre tensa, asustada por ser descubierta e incapaz de saborear la relación que mantenían.
Greta Garbo y Marlene Dietrich se convirtieron en mitos para el colectivo gay y lésbico. Curiosmente, Greta es todo un ícono lésbico mientras que Marlene provoca mucha más devoción entre los gays.
Dietrich explotaba su erotismo no sólo para seducir a las mujeres sino también a los hombres, a los que les gustaba jugar al "alumno avanzado", su fantasía sexual favorita.
Greta Garbo se convirtió en un icono lésbico tras su papel en Reina Critina (1932, Robert Mamoulian). Pese a que la película hablar de una historia de amor heterosexual, hay una ligera trama contraria en la que se puede entender que el personaje de Garbo es lesbiana, como también fue la reina Cristina de Suecia, personaje al que encarnaba. En el film, la reina se viste de hombre, se niega a casarse y da a entender que mantiene una relación con una chica mucho más joven que ella.
"La discreción y la lealtad eran dos cualidades que Greta Lovisa Gustaffson siempre había exigido a sus amigas" afirma la autora del libro. Es probable que Marlene traicionara esa discrección, tan importante para Greta y posible motivo de la ruptura.
"Durante seis décadas Marlene Dietrich y Greta Garbo pretendieron no haberse conocido nunca, ni antes, ni durante, ni después del rodaje de «Bajo la máscara del placer", señala la autora.
"Fue Marlene, dice la autora, quien fue «mostrando» a su conquista en los salones y «educándola en su sensualidad". Mientras tanto, Greta -apunta McLellan- "debía sentirse vertiginosa, imprudente, osada. Su trato con Hollywood estaba cerrado. ¿Por qué no divertirse, beber hasta el fondo la vorágine berlinesa y luego dejarlo todo atrás?".
El fin del romance llegaría, a juicio de la autora, debido a la indiscreción de Marlene, unida a los celos que sentía por la que iba a ser la gran diva de Hollywood. Y así lo explica: "Treinta años más tarde, Marlene Dietrich daría una descripción de lo más íntima sobre Greta Garbo... era «grandísima allí abajo»" reveló deslealmente. Peor aún, "la sueca llevaba ropa interior sucia", pero incluso entonces, Marlene se negó a decir cómo sabía aquellos detalles. «Si en realidad cotilleó algo similar en 1925, sólo eso habría sido suficiente para establecer el odio que Garbo mantuvo hasta su muerte hacia quien la sedujo», escribe McLellan, quien sostiene que Marlene descubrió que Greta era "estrecha de mente, ignorante y provinciana... e hizo saber su opinión no sólo a ella, sino a otras personas de su círculo, junto con sus más personales y penosas informaciones".
Una traición por parte de Marlene que marcaría para siempre a Greta Garbo, destinándola a querer refugiarse en la soledad de su apartamento y abandonar los escenarios.
1 comentario:
Es tan bueno ver que xtarlings sigue vivoooooo
GRACIAS POR SEGUIR PUBLICANDOOO
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