LOS FANTASMAS, AMIGOS DE LOS NIÑOS

¿PUEDEN LOS NIÑOS VER FANTASMAS CON MAYOR FACILIDAD QUE NOSOTROS?
  ¿TIENEN LOS MÁS PEQUEÑOS UN SEXTO SENTIDO PARA VER PRESENCIAS?
  ¿SON AMIGOS IMAGINARIOS O SERES DE OTRO MUNDO?

    Los niños tienen una gran imaginación, son capaces de subirse a un sofá e imaginar que están en un barco, el suelo se transforma en agua y, el otro sofá, es un barco enemigo con piratas... Los niños usan la imaginación para crear aventuras, divertirse y jugar con otros niños. Sin embargo, en ocasiones, ven cosas fuera de lo normal y, debido a su alta imaginación, los adultos lo consideran como irreal, una ilusión... Sin embargo, los niños y los animales tienen un mayor poder sensorial frente al hombre adulto, tienen más posibilidades de poder visionar otro tipo de existencias que conviven en nuestra misma realidad... se les suele llamar fantasmas, presencias, entes, visitantes... Sin embargo, cuando un niño afirma verlo, se resta valor diciendo que es producto de su imaginación y que sólo se trata de un amigo invisible creado por él mismo...

  Atención a los dibujos de una niña de cinco años que realizó para su psicóloga escolar a la que fue llevada tras ser insistente con que tenía una nueva amiga que nadie más veía y que no pertenecía al mismo mundo que ella. ¿Producto de su imaginación?, ¿es Lisa sólo una amiga invisible?

Esta es Lisa, ella es mi amiga. Mamá y Papá no la ven, 

así que dicen que es una amiga imaginaria.  Lisa es una gran amiga.

 Hoy he intentado plantar una flor en el jardín. He  intentado plantarla en la caja de arena,

 pero Lisa me ha  dicho que ahí es donde está su padre durmiendo,  así que al final

 he usado una maceta.  

 Hoy Lisa ha venido a clase conmigo. La he traído para enseñársela a todos,

 pero la señorita Monroe se ha enfadado porque no puede ver a Lisa. Lisa se ha puesto

 triste y ha escondido el borrador de la pizarra.

   

 Ayer fue mi cumpleaños. Mamá trajo pizza, pero no vino nadie. Lisa me dijo que la gente
 vino a la fiesta, pero llegaron al porche y se fueron. Dejaron los regalos y se fueron.
 Pero dejaron los regalos. Tengo 3 barbies y algunos zapatos y 5 dólares.
 Lisa y yo jugamos a las barbies.

La señorita Monroe no vino hoy. La señorita sustituta se llama srta. Digman. Es guapa

 y simpática. Nos ha dejado comer en clase después de hacer los deberes. Ojalá la srta. Digman

 fuese siempre nuestra profesora.

Ayer, Lisa y yo nos fuimos de paseo mucho rato hasta que salió la luna. Papá se enfadó

 mucho y dijo que Lisa es estúpida y no existe. Lisa se puso triste y desapareció. Hoy

 no ha venido al cole conmigo, pero la srta. Digman ha dicho que la srta. Monroe no volverá.

Papá ha estado trabajando hoy todo el día. Ayer no vino a casa a cenar.

 Hoy todavía está en el trabajo. Mamá me ha puesto pudding para comer hoy.

 El pudding es mi favorito.

Echo de menos a Lisa. Papá se pasa todo el rato en el trabajo. No ha venido a casa este

 fin de semana, ni nada. Mamá está enfadada con él. Voy a escribirle una carta a Lisa.

Querida Lisa, te echo de menos. Por favor, vuelve. Siento que mi papá

fuera cruel. Eres mi mejor amiga.

                             Lisa volvió ayer. Dijo que sentía haberse ido y le conté que mi padre

                            no había vuelto a casa. Lisa dijo que la srta. Monroe y mi padre están

                                  durmiendo, como su padre. Espero que se despierten pronto.

  Los niños siempre muestran cierta percepción extrasensorial, parecida a la que tienen los animales, por eso se dice que poseen el tercer ojo o sexto sentido. Sin embargo esa percepción especial se va perdiendo con la edad, todo depende del ambiente en el que se críen, la personalidad que desarrollen, la voluntad, o el "don innato" que quizás posean. Hay personas que desarrollan pasivamente estos dones sin darse cuenta, hasta llegar a una fase en que la descubren, o por el contrario mueren sin saberlo nunca. Los niños son más receptivos a los espíritus porque no han sido condicionados a dudar o resistirse a lo sobrenatural.

  Sin embargo, no sólo en la infancia es el momento álgido en el que un ser humano puede tener avistamientos paranormales. Los niños que están a punto de entrar en la pubertad tienen no sólo una gran capacidad para verlos, sino incluso atraerlos o que se manifiesten con máyor frecuencia. A esas edad, en plena adolescencia, el cuerpo emite enormes cantidades de energía debido a todo el proceso de cambio que el cuerpo sufre durante esa transición. Los fantasmas se manifiestan con mayor intensidad debido a esa energía, ya que pueden utilizarla para realizar acciones como mover objetos, mostrarse con mayor fuerza, comunicarse... 

Esta fotografía muestra a un niño británico de cinco años, Sirus Walsh junto a su amigo fantasma. La familia Walsh ya había advertido a las autoridades locales que su casa estaba embrujada, sin embargo, no lo consideraban una amenaza. 

"Mi hija estaba tomando fotos de sus hijos con su nuevo teléfono, cuando vio que la primera foto de sus dos hijos había un halo sobre dos de ellos," afirma la abuela de Sirus, Julie Smith, de 52 años.

"Ella pensó que la foto no había salido bien e hice otra fotografía, esta vez sólo a su hijo Sirus. Al ver la fotografía, vimos que aparecía el fantasma del que nuestro nieto ya nos había hablado y que consideraba su compañero de juegos."

  Sirus llama a su amigo, Jordania, y pasan gran parte del día juntos sin ninguna incidencia. Los familiares del niño no lo consideran una amenaza. De hecho, ellos ya están acostumbrados a que Sirus les hable de otras presencias, como un señor de avanzada edad que se llama Pete. "Tenemos un montón de ellos aquí y son todos muy amables", afirma Sarah Walsh, madre de Sirus.