Elegante, atrevida, ostentosa y con una dulce ironía que te seduce nuevamente en cada página, así es la novela más chic sobre Nueva York y su jungla de rascacielos. Escrita en el año 2003 por Lauren Weissberger, El diablo viste de Prada es una delicia que ir saboreando cual bombón pecaminoso e hipercalórico.
Su argumento no te deja indiferente, todos hemos tenido una Miranda Priestley por jefa. En algún momento de nuestras vidas, todos hemos tartamudeado ante una intimidante jefa/jefe al que resultaba casi imposible contentar alguna vez.
El libro cuenta la historia de Andrea, una inocente recién licenciada que decide ser la ayudante auxiliar de la jefa de una prestigiosa revista de moda a cambio de las muchas puertas que la experiencia le puede abrir. Día tras día, la joven no da crédito a las exigencias de una mujer siempre insatisfecha y de caracter muy agrio. Andrea tiene la certeza de que Miranda es el propio diablo y llegando a la conclusión de que el diablo viste de Prada.
El libro tuvo su versión cinematográfica que se estrenó el pasado 2006, después de que la novela se convirtiera en un best-seller y fuese uno de los libros más vendidos de la década. Meryl Streep fue la encargada de dar vida al diablo de Prada y una dulce Anne Hathaway fue la elegida para encarnar a Andrea. La pelicula reconstruía esa atmosfera chic que envuelve la obra y señalaba aún con más fuerza, el motor de inspiración de la novela: Anna Wintour.
Según la autora, la historia está creada a partir de su experiencia y la de sus amigas en los duros primeros trabajos que uno tiene recien licenciado. Se sabe que Lauren Weisserger trabajó como ayudante auxiliar de Anna Wintour, jefa de la revista Vogue, ¿es ella la Miranda Priestley de agrio caracter? Al igual que el personaje de Andrea, es posible que Lauren temblara con solo oir el nombre de su superiora y no se atreva a confesar que toda la historia que cuenta se base en la anecdotica experiencia en la revista de moda.
Son muchas las similitudes:
- Ambas son ¿incapaces? de llamar a sus empleadas con su nombre correcto, deciden usar un mismo nombre para todas (Miranda tiene como ayudantes a Emily y Andrea, así que decide llamar a las dos Emily).
- Ambas usan la talla cero.
- Ambas nacieron en Londres.
- Ambas tienen dos hijos de su anterior matrimonio.
¿Es Anna Wintour victima de una burla desproporcionada?, parece ser que no. Quienes la conocen, esperaban ansiosos que alguno fuese el que tirase la primera piedra. Estamos ante una personalidad fría, soberbia y que, pese a dirigir una conocidísima revista, su maltrato a todos los que trabajan con ella no está nada justificado.
Enfurecida al enterarse que el libro que la desenmascaró iba a tener versión cinematográfica, Anna amenazó a los productores de la pelicula y exigió que la caracterización de Meryl Streep fuese lo más diferente posible a su persona. Además, se aseguró que cualquiera que sea alguien en el mundo de la moda no hiciese ningún cameo o ya se encargaría ella de hundirle.
Entre las perlas de esta mujer, es famosa la exigencia que le hizo a Oprah (muy conocida por su programa de éxito en América) de adelgazar diez kilos para poder aparecer en su portada. La señora Wintour se niega a hablar de temas de gran actualidad si los protagonistas de los mismos no son lo suficientemente guapos para aparecer en su revista. Anna Wintour llamó personalmente a Hillary Clinton para decirle que quemara el horrendo vestido azul marino con el que osaba a aparecer en tantos actos públicos. Vamos, una auténtica diablesa.
Como buena mujer de armas tomar, Wintour no teme a tener que salir en su defensa pese a que mide con cuentagotas sus declaraciones, no es muy partidaria a convertirse en un personaje mediatico. Sobre la posible causa de sexismo (una mujer al cargo de tan prestigiosa revista) sobre las duras críticas sobre su persona, Anna contesta lo siguiente: "Realmente no pienso en ello. Sólo trato de hacer mi trabajo lo mejor que puedo. De alguna forma he aprendido a no prestarle ninguna atención. Así que, sea sexismo o lo que sea, creo que simplemente te tienes que sentir bien con lo que haces, con la gente con la que trabajas, y con las iniciativas que llevamos a cabo… son cosas que significan mucho para mí. Mucho más importantes que lo que un periódico sensacionalista pueda decir".
Anna Wintour causó gran polémica en su última estancia en nuestro país (octubre de 2007), cuando hizo afirmaciones como ésta: "La moda española aún no tiene visibilidad internacional y para ser visible debe esforzarse más". Además, la editora demostró grandes dosis de arrogancia con diseñadores españoles como la conocida Agatha Ruiz de la Prada. Agatha se acercó a Anna de manera amigable, "Comimos una vez en Balthazar. ¿Recibiste los materiales que te envié?" - le dijo la diseñadora. El diablo de Prada la miró y no dio respuesta, hizo como si no existiese y nadie se hubiese dirigido a ella. Todo un ejemplo de saber estar.
Anna Wintour había sido invitada a una exposición de trajes de diseñadores españoles de la Asociación de Creadores de Moda de España, acto organizado por su amigo Óscar de la Renta. Anna respondió lo siguiente con arrogancia cuando le preguntaron qué le había parecido: "Desearía que hubieran sido capaces de traer una mayor selección para que pudiera entender más qué hacen los diseñadores españoles".
Está claro que si el diablo está entre nosotros, esta mujer sería su perfecta encarnación. Bromas aparte, os aconsejo que leais la novela por su fresco humor negro y dulce ironía. Cuando el metro se pare, cerreis el libro y entreis en vuestro trabajo, todo es parecerá mucho más llevable.
El libro cuenta la historia de Andrea, una inocente recién licenciada que decide ser la ayudante auxiliar de la jefa de una prestigiosa revista de moda a cambio de las muchas puertas que la experiencia le puede abrir. Día tras día, la joven no da crédito a las exigencias de una mujer siempre insatisfecha y de caracter muy agrio. Andrea tiene la certeza de que Miranda es el propio diablo y llegando a la conclusión de que el diablo viste de Prada.
Primer día de Andrea en Runway y su presentación ante Miranda
Durante estas navidades, confieso que he disfrutado mucho de su lectura pese a que ya había visto la película meses atrás. Su narrativa es fresca, irónica y bajo el subjetivo punto de vista de Andrea (en ocasiones, sintiéndose como un alienigena en un mundo que desconoce por completo).
El libro tuvo su versión cinematográfica que se estrenó el pasado 2006, después de que la novela se convirtiera en un best-seller y fuese uno de los libros más vendidos de la década. Meryl Streep fue la encargada de dar vida al diablo de Prada y una dulce Anne Hathaway fue la elegida para encarnar a Andrea. La pelicula reconstruía esa atmosfera chic que envuelve la obra y señalaba aún con más fuerza, el motor de inspiración de la novela: Anna Wintour.
Según la autora, la historia está creada a partir de su experiencia y la de sus amigas en los duros primeros trabajos que uno tiene recien licenciado. Se sabe que Lauren Weisserger trabajó como ayudante auxiliar de Anna Wintour, jefa de la revista Vogue, ¿es ella la Miranda Priestley de agrio caracter? Al igual que el personaje de Andrea, es posible que Lauren temblara con solo oir el nombre de su superiora y no se atreva a confesar que toda la historia que cuenta se base en la anecdotica experiencia en la revista de moda.
Son muchas las similitudes:
- Ambas son ¿incapaces? de llamar a sus empleadas con su nombre correcto, deciden usar un mismo nombre para todas (Miranda tiene como ayudantes a Emily y Andrea, así que decide llamar a las dos Emily).
- Ambas usan la talla cero.
- Ambas nacieron en Londres.
- Ambas tienen dos hijos de su anterior matrimonio.
¿Es Anna Wintour victima de una burla desproporcionada?, parece ser que no. Quienes la conocen, esperaban ansiosos que alguno fuese el que tirase la primera piedra. Estamos ante una personalidad fría, soberbia y que, pese a dirigir una conocidísima revista, su maltrato a todos los que trabajan con ella no está nada justificado.
Enfurecida al enterarse que el libro que la desenmascaró iba a tener versión cinematográfica, Anna amenazó a los productores de la pelicula y exigió que la caracterización de Meryl Streep fuese lo más diferente posible a su persona. Además, se aseguró que cualquiera que sea alguien en el mundo de la moda no hiciese ningún cameo o ya se encargaría ella de hundirle.
Entre las perlas de esta mujer, es famosa la exigencia que le hizo a Oprah (muy conocida por su programa de éxito en América) de adelgazar diez kilos para poder aparecer en su portada. La señora Wintour se niega a hablar de temas de gran actualidad si los protagonistas de los mismos no son lo suficientemente guapos para aparecer en su revista. Anna Wintour llamó personalmente a Hillary Clinton para decirle que quemara el horrendo vestido azul marino con el que osaba a aparecer en tantos actos públicos. Vamos, una auténtica diablesa.
Como buena mujer de armas tomar, Wintour no teme a tener que salir en su defensa pese a que mide con cuentagotas sus declaraciones, no es muy partidaria a convertirse en un personaje mediatico. Sobre la posible causa de sexismo (una mujer al cargo de tan prestigiosa revista) sobre las duras críticas sobre su persona, Anna contesta lo siguiente: "Realmente no pienso en ello. Sólo trato de hacer mi trabajo lo mejor que puedo. De alguna forma he aprendido a no prestarle ninguna atención. Así que, sea sexismo o lo que sea, creo que simplemente te tienes que sentir bien con lo que haces, con la gente con la que trabajas, y con las iniciativas que llevamos a cabo… son cosas que significan mucho para mí. Mucho más importantes que lo que un periódico sensacionalista pueda decir".
Anna Wintour causó gran polémica en su última estancia en nuestro país (octubre de 2007), cuando hizo afirmaciones como ésta: "La moda española aún no tiene visibilidad internacional y para ser visible debe esforzarse más". Además, la editora demostró grandes dosis de arrogancia con diseñadores españoles como la conocida Agatha Ruiz de la Prada. Agatha se acercó a Anna de manera amigable, "Comimos una vez en Balthazar. ¿Recibiste los materiales que te envié?" - le dijo la diseñadora. El diablo de Prada la miró y no dio respuesta, hizo como si no existiese y nadie se hubiese dirigido a ella. Todo un ejemplo de saber estar.
Anna Wintour había sido invitada a una exposición de trajes de diseñadores españoles de la Asociación de Creadores de Moda de España, acto organizado por su amigo Óscar de la Renta. Anna respondió lo siguiente con arrogancia cuando le preguntaron qué le había parecido: "Desearía que hubieran sido capaces de traer una mayor selección para que pudiera entender más qué hacen los diseñadores españoles".
Está claro que si el diablo está entre nosotros, esta mujer sería su perfecta encarnación. Bromas aparte, os aconsejo que leais la novela por su fresco humor negro y dulce ironía. Cuando el metro se pare, cerreis el libro y entreis en vuestro trabajo, todo es parecerá mucho más llevable.
1 comentario:
Miranda o Ana Wintour es todo es un personaje que aunque parezca raro se admira. Me encantó la película, es sensacional ver a Anne Hathaway, Rich Sommer Emily Blunt, entre otros, es una historia de moda que muchos tachan de frívola.
Publicar un comentario