Una joven de dieciseis años espera impaciente el metro. Aquella mañana se siente diferente, sonrie a la gente que se cruza y tararea una canción romántica. Se ha tomado un par de cafés porque ha cometido el error de pasarse la noche en vela, no descansar y pensar en él durante horas.
El metro llega, pero él no sale de él. La chica se sienta en un banco y espera impaciente a que tal vez baje en el siguiente. No le importa quedarse sola un par de minutos más, saborea cada sensación que siente cuando se pone a pensar en la noche anterior y en el día que empieza.
Sonrie al recordar la animada conversación entre copas, la bonita camisa a rayas que tanto favorecía a aquel chico. No, ella puede permitirse el soñar con él porque el joven se ha descrito como un chico romántico, está convencida de que es totalmente diferente a los otros.
- “TE ESTOY ESPERANDO EN EL METRO, NO TE RETRASES, 1BESO”- le escribe la joven en un mensaje que le manda por el movil.
Sandy, la protagonista de nuestra historia, vive en una nube desde que él le prometió las estrellas, siempre seguido de un beso con lengua y una mano indecente que se acercaba peligrosamente a la entrepierna de la chica. Sus besos eran sinfonías para ella y es que la joven desconocía que la mirada soñadora del chico siempre había sido su mayor arma.
El teléfono le suena, es él tras leer el mensaje. El chico acababa de despertar, a él no le quita el sueño nadie. Su lema es cuidarse a sí mismo y proponerse cualquier reto en cuanto a mujeres se trate.
- ¡Hola! Buenos días- le dice la joven muy nerviosa, tartamudea de emoción y le cuesta tranquilizarse-. ¿Vienes para acá?
Oír su voz de nuevo la hace recordar momentos como cuando él pasaba suavemente sus dedos por su cabello, susurrándole lo bonita que era. Sandy no pudo negarse a nada, no le importó darle sexo si acababa de descubrir que aquel chico podría ser el hombre de su vida, sí, esa garantía menos válida que la que te dan al comprarte un frigorífico.
- Oye, tenemos que hablar, ¿vale?- le dice él muy serio, cómo si la chica le hubiera robado algo de la casa o hubiera despertado en estado amnesico y sin recordar ni siquiera su nombre.
- Me parece genial, tengo muchas ganas de verte y besarte- le dice ella en voz baja, Sandy sigue sin habituarse a decir esas cosas a un chico.
- De eso mismo me refería, de lo que ocurrió anoche- le especifica él-. No me gustaría que te hicieras una idea equivocada de lo que existe- dice el chico mientras piensa en cosas más importantes, como qué desayunar.
La joven comienza a hacerse a la idea, Sandy mira a su alrededor y cree sentir que todas las personas que pasan por aquella estación saben de qué va todo eso, le parece que le miran y se ríen de ella, de su terrible ingenuidad. El chico no espera a verla y le dice allí mismo que no hay nada entre ellos, que sólo fue un buen rato.
¿Un buen rato?, ¿creéis que Sandy hubiera pasado aquel buen rato si hubiera sabido el fuerte dolor que iba a tener al día siguiente?. Nuestra protagonista empieza a sentirse muy mal, cuelga el móvil y un fuerte dolor en el corazón la hace querer salir de aquella estación. Se levanta del banco y corre hacia las escaleras, se siente fatigada y necesita respirar aire del exterior. Cree morirse, había puesto tantas esperanzas en aquel chico que ahora se sentía una completa estúpida.
Las escaleras se le hacen eternas, las personas le impiden el paso, ellas son la sociedad y cómplices de la traición del chico, seguro que estaba rodeada de muchas personas tan inhumanas como aquel chico. Sandy se ahoga, no puede seguir teniendo dentro aquel dolor que le quema viva, la hace sentirse una completa fracasada. La joven, en un intento de no querer sufrir nunca más, se desvanece sin importarle el dolor de los escalones al golpear su cabeza con ellos. Sandy se deja caer, dándose graves golpes por diferentes partes del cuerpo porque le da completamente igual, ningún daño físico es comparable al que siente en lo más profundo de su alma.
El metro llega, pero él no sale de él. La chica se sienta en un banco y espera impaciente a que tal vez baje en el siguiente. No le importa quedarse sola un par de minutos más, saborea cada sensación que siente cuando se pone a pensar en la noche anterior y en el día que empieza.
Sonrie al recordar la animada conversación entre copas, la bonita camisa a rayas que tanto favorecía a aquel chico. No, ella puede permitirse el soñar con él porque el joven se ha descrito como un chico romántico, está convencida de que es totalmente diferente a los otros.
- “TE ESTOY ESPERANDO EN EL METRO, NO TE RETRASES, 1BESO”- le escribe la joven en un mensaje que le manda por el movil.
Sandy, la protagonista de nuestra historia, vive en una nube desde que él le prometió las estrellas, siempre seguido de un beso con lengua y una mano indecente que se acercaba peligrosamente a la entrepierna de la chica. Sus besos eran sinfonías para ella y es que la joven desconocía que la mirada soñadora del chico siempre había sido su mayor arma.
El teléfono le suena, es él tras leer el mensaje. El chico acababa de despertar, a él no le quita el sueño nadie. Su lema es cuidarse a sí mismo y proponerse cualquier reto en cuanto a mujeres se trate.
- ¡Hola! Buenos días- le dice la joven muy nerviosa, tartamudea de emoción y le cuesta tranquilizarse-. ¿Vienes para acá?
Oír su voz de nuevo la hace recordar momentos como cuando él pasaba suavemente sus dedos por su cabello, susurrándole lo bonita que era. Sandy no pudo negarse a nada, no le importó darle sexo si acababa de descubrir que aquel chico podría ser el hombre de su vida, sí, esa garantía menos válida que la que te dan al comprarte un frigorífico.
- Oye, tenemos que hablar, ¿vale?- le dice él muy serio, cómo si la chica le hubiera robado algo de la casa o hubiera despertado en estado amnesico y sin recordar ni siquiera su nombre.
- Me parece genial, tengo muchas ganas de verte y besarte- le dice ella en voz baja, Sandy sigue sin habituarse a decir esas cosas a un chico.
- De eso mismo me refería, de lo que ocurrió anoche- le especifica él-. No me gustaría que te hicieras una idea equivocada de lo que existe- dice el chico mientras piensa en cosas más importantes, como qué desayunar.
La joven comienza a hacerse a la idea, Sandy mira a su alrededor y cree sentir que todas las personas que pasan por aquella estación saben de qué va todo eso, le parece que le miran y se ríen de ella, de su terrible ingenuidad. El chico no espera a verla y le dice allí mismo que no hay nada entre ellos, que sólo fue un buen rato.
¿Un buen rato?, ¿creéis que Sandy hubiera pasado aquel buen rato si hubiera sabido el fuerte dolor que iba a tener al día siguiente?. Nuestra protagonista empieza a sentirse muy mal, cuelga el móvil y un fuerte dolor en el corazón la hace querer salir de aquella estación. Se levanta del banco y corre hacia las escaleras, se siente fatigada y necesita respirar aire del exterior. Cree morirse, había puesto tantas esperanzas en aquel chico que ahora se sentía una completa estúpida.
Las escaleras se le hacen eternas, las personas le impiden el paso, ellas son la sociedad y cómplices de la traición del chico, seguro que estaba rodeada de muchas personas tan inhumanas como aquel chico. Sandy se ahoga, no puede seguir teniendo dentro aquel dolor que le quema viva, la hace sentirse una completa fracasada. La joven, en un intento de no querer sufrir nunca más, se desvanece sin importarle el dolor de los escalones al golpear su cabeza con ellos. Sandy se deja caer, dándose graves golpes por diferentes partes del cuerpo porque le da completamente igual, ningún daño físico es comparable al que siente en lo más profundo de su alma.
Salva Valero
19 comentarios:
Ala!! que triste el final!!que tragico!!!
Muy bueno!! no esperaba que se dejara caer por las escaleras!!!
Enhorabuena por la historia Salva!!
Un abrazo
¡¡¡Diosssss, que buen relato!!! Me encanta, sobre todo porque describes a la perfeccion una situacion desgraciadamente muy frecuente. Por genética o simplemente capricho del destino, las mujeres somos muy crédulas e ilusionadas cuando aún somos jovencitas, hasta que la vida se encarga de hacernos abrir los ojos a la cruel realidad. Eso sí, una vez que los abrimos, ya se pueden apartar los donjuanes de nuestro camino, que ya no podemos dejar de ver sus defectos...
Sigue escribiendo así, por favor, es una delicia leerte.
Besos, Salva.
El dolor del deasmor es el dolor mas grande que puede haber en este mundo.
Un saludete
Me ha gustado mucho la historia, al final me he entrado un escalofrío y todo, soy sensible en exceso con las historias de amores adolescentes, jejeje
Besos!!
Bua.... que duro.
El texto está escrito increible, me he sentido fatal, me he metido de lleno en el personaje de la chica.... Y la verdad, me ha hecho sentir esas sensación en el pecho por unos instantes.....
Bueno Salva, y a que debemos una actualización tan destroza-corazones?
un beso, chico! :]
Muchisimas gracias a todos!
Son las entradas que más impaciente espero algun comentario, je, nervioso por saber qué os pareció, escribir me encanta y es un sueño por el que nunca me canso de luchar.
Gracias, me animais a que siga luchando mucho por ello.
besos y abrazos a todos!
Pues nunca dejes de hacerlo, porque cuando el cuerpo nos pide a gritos escribir, reprimirlo es una verdadera tortura para el alma. Te aseguro que lo haces muy bien, así que adelante con ello, sin dudarlo.
Besos, compañero de letras.
laidy dark,
jejeje no me pasa nada en especial, cada semana intento subiros alguna cosita escritar por mi en plan relato corto, je, tranquila, tuve buen dia, nada malo...
Viperina,
muchisimas gracias, viniendo de ti, es todo un consejo que tendré siempre en cuenta
besos a las dos!
Jooo, me ha gustado mucho la historia y cómo la has escrito ¡pero me ha dado tanta pena el final! pobrecica...
Besos!
Me ha gustado mucho el realismo que transmite la primera mitad. Tiene mucha veracidad, sobre todo en los diálogos. Pobre Sandy...
Qué historia mas triste :(
Por desgracia historias como estas suceden, chicos que se aprovechan de pobres e inocentes jóvenes, que se creen todo lo que les dicen porque solo se quieren sentir queridas
Buena entrada Salva!
Todas hemos sido Sandy en alguna ocasión.
El recuerdo de esas sensaciónes por mucho tiempo que pase, algo así te lo recuerda como si fuese reciente.
Pero no todas ( afortunadamente ) hemos acabado como Sandy. Lo que no te mata, te hace fuerte. Una fráse tan sencilla pero tan demoledora a la vez, y que muchas Sandy's no asimilan.
Una pena. Bonito relato Salva ;)
Real como la vida misma........ ;)
Madre mía, cuántos como este tipejo he conocido yo. Y que puta costumbre tienen algunos de hacerte creer que eres lo más importante de sus vidas y en cuanto consiguen el polvo... a la basura. Cuántos!!!! Y que tontos que nos volvemos, que nos lo creemos. Cuántos especímenes de estos hay que llevarse a la cama para unmunizarnos. Pero bueno, que nos quiten lo bailao!!!!!
Gracias Salva. Me encanta leerte y que me transportes por la vida con tus bellas palabras.
Muchas gracias a todos, como dije más arriba son los comentarios que más espero pues me impacienta saber si os gustó o si transmite o no, muchas gracias, me aporta muchisimo saberlo y vuestros comentarios, asi como crear un interesante tema de opinión.
Estoy muy de acuerdo con vosotros, todos hemos sido Sandy muuuchas veces, afortunadamente uno va adquiriendo un radar para ir dándose cuenta de cuándo te bailan el agua o no, je, aunque siempre alguien miente de manera perfecta, en fin, historias de la vida.
besos y abrazos a todos!
Gran entrada Salva!
Estoy de acuerdo con todos. Espero q nos sigas deleitando con estas estupendas entradas.
Besos,
Amed
Me ha encantado el relato, sobre todo el momento de la conversación telefónica, cuando la protagonista se encuentra con la triste realidad, parece que estas siendo testigo del momento
Amed e Iradai,
muchisimas gracias por vuestros comentarios, me alegra mucho que os haya gustado, estoy preparando nuevos que ir subiendo cada semana. muchas gracias, de verdad!
besos y abrazos!
Salva, sin palabras me has dejado.
Que intensidad, me sentía esa chica por un momento.
Una historia, desgraciadamente que cada día pasa más. Cruces de sentimientos e intenciones, demasiadas ilusiones, demasiada necesidad de sentirse querido.
Un beso super fuerte.
P.D: quiero un autógrafo tuyo ya para cuando seas un gran escritor reconocido.XD Que ya lo eres.
Publicar un comentario