martes, 27 de mayo de 2008

XTARLINGS REDUX: LAS MUJERES SON COMO LOBOS

No, no lo digo yo...
No, tampoco es un chiste barato...
Prepárate porque es mucho peor


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Internet y la humanidad no dejan de sorprenderme, ¿sabíais que los lobos son uno de los animales más queridos por el hombre? Es tal la devoción que se siente por dicho animal que sostienen la teoría de que la mujer y el lobo tiene mucho más en común de lo que a simple vista podría parecer?

Una mujer sana es muy parecida al lobo:
poderosa fuerza vital, dador de vida, vigilante de su territorio, intuitivo y leal. Aunque la separación de su naturaleza salvaje provoca que una mujer se vuelva pobre, ansiosa, y temerosa.

Son muchos los foros dedicados al tema donde se expone grandes similitudes entre las buenas cualidades de los lobos y las de la mujer, asombroso, ¿verdad? En la página web territorio de lobos (www.territoriodelobos.com) podemos encontrar un extenso artículo donde se hace hincapié en dicha idea...
El instinto materno en cada uno de nosotros es la medicina de lobo. Para el lobo que es madre, y padre. Simplificado, esto significa que el lobo mantiene la energía paternal en su vibración.

Esa es la verdadera medicina de lobo. La medicina del lobo con la que una mujer camina, la que llamamos intuición, es el lobo amistoso de ella.

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En dicha página (que se inicia con un extraño mensaje: cacaaracoles! mi canario! la mama-la mama- la mascota que siempre desee), es tan grande la devoción por los lobos que sostienen firmemente la idea de que sí existen los hombres-lobo y te animan a que te conviertas en uno de ellos, pudiendo leer un enlace que lleva por título: ¿cómo convertirse en hombre-lobo?

La principal diferencia entre los vampiros legendarios y los hombres lobo consiste en que habría que estar muerto para ser vampiro, en tanto que los hombres lobo serían seres vivos. Así mismo, los vampiros adquirirían sus características por efecto de alguna maldición, mientras que el hombre lobo se metamorfoseara de una manera más o menos voluntaria. Se trataría por regla general de una persona que bajo ciertas condiciones favorables —la luna llena, el momento en que florecen ciertas plantas, los cambios de estación— se transformaría en lobo sin perder su condición humana.

Imagino que en este artículo se hace clara referencia a cómo los hombres se pueden hacer hombres-lobo ya que, según ellos, las mujeres ya son bastante similares. El autor o autores de dichos escritos animan a reconciliarnos con esa parte animal y nos comportemos de extraños modos:

Por consiguiente, lo digo con afecto y con lenguaje sencillo, tanto si eres un lobo negro como si eres un lobo gris del Norte, un lobo rojo del Sur o un blanco oso polar, ten por cierto que eres la quinta esencia de la criatura instintiva. Aunque algunos preferirían que te comportaras mejor y no te subieras alegremente a los muebles ni te echarás encima de la gente a modo de bienvenida, hazlo de todos modos. Algunos se apartarán de ti con temor o repugnancia, pero a tu amante le encantara este nuevo aspecto de tu personalidad, siempre y cuando sea el amante adecuado para ti.

A algunas personas no les gustara que olfatees las cosas para ver lo que son. Y tampoco les gustara que te tiendas de espaldas en el suelo y levantes las piernas en el aire, que horror. Niña mala, Lobo malo. Perro malo. ¿Tienen razón? No, Tú sigue adelante y diviértete.

La página está amenizada con fotos como ésta para
amenizar las bajas pasiones de los lobeznos

Tanto los animales como la mujer salvaje son especies en peligro de extinción. No es ningún misterio. Tampoco es casual que los lobos y los coyotes, los osos y las mujeres inconformistas tengan una fama parecida. Todos ellos comparten unos arquetipos instintivos semejantes y, como tales, se les considera erróneamente poco gratos, total y congénitamente peligrosos y voraces.

La mujer moderna es un borroso torbellino de actividad. Se ve obligada a serlo todo para todos. Ya es hora de que se restablezca la antigua sabiduría.

Los lobos sanos y las mujeres sanas comparten ciertas características psíquicas; una aguda percepción, un espíritu lúdico y una elevada capacidad de afecto. Los lobos y las mujeres son sociales e inquisitivos por naturaleza y están dotados de una gran fuerza y resistencia. Son también extremadamente intuitivos y se preocupan con fervor por sus vá
stagos, sus parejas y su manada. Son expertos en el arte de adaptarse a las circunstancias siempre cambiantes y son fieramente leales y valientes.
Y sin embargo, ambos han sido perseguidos, hostigados y falsamente acusados de ser voraces, taimados y demasiado agresivos y de valer menos que sus detractores. Han sido el blanco de aquellos que no sólo quisieran limpiar la selva sino también el territorio salvaje de la psique, sofocando lo instintivo hasta el punto de no dejar ni un rastro de el.

La depredación que ejercen sobre los lobos y las mujer
es aquellos que no los comprenden es sorprendentemente similar.

Una mujer sana se parece mucho a una loba: robusta, colmada, tan poderosa como la fuerza vital, dadora de vida, consciente de su propio territorio, ingeniosa, leal, en constante movimiento. En cambio, la separación de la naturaleza salvaje provoca que la personalidad de una mujer adelgace, se debilite y adquiera un carácter espectral y fantasmagórico. No estamos hechas para ser unas criaturas enclenques de cabello frágil, incapaces de pegar un salto, de perseguir, dar a luz y crear una vida. Cuando las vidas de las mujeres se quedan estancadas o se llenan de aburrimiento, es hora de que emerja la mujer salvaje; es hora de que la función creadora de la psique inunde el delta.

Este aspecto de la mujer es el que posee calor. No un calor del tipo <>, sino un fuego subterráneo cuyas llamas suben y bajan cíclicamente. A partir de la energía que allí se libera, la mujer actúa según le parece. El calor de la mujer no es un estado de excitación sexual sino un estado de intensa conciencia sensorial que incluye su sexualidad, pero no se limita a ésta.

Hay un dicho muy expresivo: Ella habla por la entrepierna. Hay cuentos de la <> en todo el mundo. Uno de ellos es el cuento de Baubo, una diosa de la antigua Grecia, la llamada <>. Se le atribuyen también otros nombres como, por ejemplo, Yambe, y parece ser que los griegos la tomaron prestada de otras culturas más antiguas. Desde tiempos inmemoriales existen arquetípicas diosas salvajes de la sexualidad sagrada y de la naturaleza de la Vida/Muerte/Vida.
Si aún tenéis ganas de saber más sobre lo que empareja el mundo femenino con las lobas, existe una escritora que habla largo y tendido sobre el tema en su libro "Mujeres que corren con los lobos", donde la autora (Clarissa Pinkola) nos cuenta que escribió este libro como producto de haber sido criada rodeada de bosques, huertos, tierras de labranza y cerca de los ríos.

Pinkola explica que el título de este libro deriva de sus estudios de biología acerca de la fauna salvaje y de los lobos en particular. Los estudios de los lobos Canis lupus y Canis rufus son como la historia de las mujeres, afirma, "tanto en lo concerniente a su coraje como a sus fatigas. Los lobos sanos y las mujeres sanas comparten ciertas características psíquicas: una aguda percepción, un espíritu lúdico y una elevada capacidad de afecto. Los lobos y las mujeres son sociables e inquisitivos por naturaleza y están dotados de una gran fuerza y resistencia. Son también extremadamente intuitivos y se preocupan con fervor por sus vástagos, sus parejas y su manada. Son expertos en el arte de adaptarse a las circunstancias siempre cambiantes y son fieramente leales y valientes".
El libro, aunque no lo parezca, ha causado furor entre muchas mujeres que afirman reunirse para leerlo y aplicarlo a sus vidas, "Nos hemos reunido en manada un grupo de mujeres - 6- para leer juntas este libro, alguna de nosotras ya lo habia leído en solitario, nos parece muy interesante y nutriente este intercambio."- afirma una de las lectoras.

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6 comentarios:

Eldemo dijo...

Leyendo este artículo, como buen friki que soy, me ha venido corriendo a la mente los Huargos, esos lobos gigantes que amenizan las historias de El Señor de los Anillos o Canción de Hielo y Fuego (sobre todo mi preferido Fantasma, el Huargo de Jon Nieve).
Pese a lo que se comenta en la página que citas, si tuviese que elegir preferiría ser antes mordido por una vampiresa que por una loba ;)
Muy interesante tu entrada, Boyzen, me ha gustado mucho!

Salva dijo...

Muchas gracias, Eldemo.
La verdad es que es un atículo que en su día pasó muy desapercibido cuando lo publiqué por primera vez pero no sé, es una rareza interesante de leer e intentar comprender...
No sé, me apetecía rescatarlo del olvido. un abrazote!

MaryJane dijo...

Pues vas a tener razón, con eso de las mujeres y los lobos y los cambios de estación y eso... Yo este lo estoy sufriendo a lo bestia... ¿me estaré transformando?, jejejeje
Un abrazo!!

Sunne dijo...

Porque siempre nos los "pintan" tans exys a las mujeres lobo? vamos yo veo una y me cago de miedo, aquí dan ganas hasta de gozar.jajajaja

Sunne dijo...

pd: tendrán más tetas por ser lobas? :p

Salva dijo...

Maryjane,
mientras no te pongas a aullar a la luna como una posesa todo es valido jejeje un besote wapa

sune,
jejeje para mi, que los que hacen ese foro de mujeres lobas sueñan con tener una, dios, q semana de articulos sobre rarezas, jejeje
un abrazo